
El “showman” Pipo Calderón, quien no desaprovecha ningún momento para soltar patéticos chascarrillos para hacer reír a los gringos, quiso hacerse el chistoso afirmando que los “spring break” en México sólo recibieron “shots” de tequila cuando vienen a vacacionar. Así negó el mandatario federal que el turismo en nuestro país va en descenso por culpa de la violencia generada por la guerra contra el narco.
El Presidente, reunido con empresarios turísticos en Las Vegas, juró que la violencia y los hechos delictivos no han afectado la actividad turística en México, e incluso se dio el lujo de presumir que los delitos graves padecidos por turistas en el país se pueden contar “con los dedos de las manos”.
Sin embargo, al “Churchilleano” presidente se le olvida que la Santa Muerte en nuestro país tiene mucha chamba desde que él llegó a Los Pinos… la violencia no descansa los fines de semana, ni días festivos y mucho menos en vacaciones. Puntos turísticos importantes como las playas de Guerrero, se han convertido en verdaderos campos de batalla, donde grupos delincuenciales se “pelean la plaza”. Incluso, el Cártel de Sinaloa busca consolidarse en esa entidad, debido a la ubicación estratégica que representan sus puertos como entrada del tráfico de estupefacientes provenientes de naciones sudamericanas.
En su afán de cambiar la imagen que se tiene del país en la esfera internacional, Calderón de nuevo insistió en que el problema de la violencia es de percepción, “ya que la criminalidad impacta sólo algunas zonas fronterizas, como Ciudad Juárez, pero el resto del país es apacible
”. Sin embargo, el estadista presidente miente de nuevo, ya que por lo menos en el 70 por ciento de las entidades mexicanas se reportan diariamente actos delincuenciales violentos relacionados con el narcotráfico.
Calderón sabe que una aportación de suma importancia al Producto Interno Bruto es el turismo, por eso arroja datos falsos, por tal razón se invierte tanto en promoción de México fuera del país, por eso le urge turistas. En ese encuentro, aseveró que el turismo aumentó en un 6% el año pasado y que se recibió a 22 millones de extranjeros en 2010.
Sin embargo, periódicos internacionales como El País (España) publicaban lo contrario, haciendo referencia a ese año: “La economía ha empezado a resentirse por el clima de inseguridad; las visitas de norteamericanos -en su mayoría empresarios- a México se han reducido ostensiblemente, en algunos casos hasta en un 60% con relación al año anterior, y es que apenas el sector hotelero empezaba a recuperarse del desastre provocado en 2009 por la epidemia de gripe”.
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